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lunes, 17 de octubre de 2011

La naturaleza de las deudas cristianas.

El padrenuestro en su día, decía "perdónanos nuestras deudas así como nosotros perdonamos a nuestros deudores" posteriormente esta frase se cambió por "perdónanos nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden".  En Europa tenemos un grave problema por las deudas soberanas de lo países con los bancos que las han suscrito, especialmente Grecia, con bancos alemanes y franceses.
  Ahora que el papa es alemán, se puede cambiar de nuevo, al fin y al cabo  las diferencias entre las dos versiones del padre nuestro son marginales y dado que la mayoría de los países afectados son cristianos o -al menos eso se dice- ya sean: protestantes, ortodoxos o católicos, se podría abogar, como cristianos, por perdonar la totalidad de las deudas. Derogadas todas las deudas entre los cristianos, creo que Europa sería un realidad más justa y solo quedarían las que se hubieran establecido con otros países no cristianos, con DIOS y la NATURALEZA.

miércoles, 31 de agosto de 2011

EL PLANETA DE LOS CANES, TAMBIÉN LLAMADOS PERROS.

Históricamente el hombre ha domesticado diversas especies,  especialmente para que le ayudaran en sus tareas domésticas, adiestraba los animales y de ellos hacía medios de producción: vacas, perros pastores, cerdos, caballos, ovejas, cabras, ...etc.
En sus orígenes, los animales domesticados no ocupan pues un espacio ornamental, ni sustituyen terapias para tratar carencias y traumas emocionales, del hombre o la mujer que los padece,  como lo hace en la sociedad occidental actualmente.

 Si bien es cierto que el tratamiento que se ha de dar a la economía doméstica y familiar, debe responder estrictamente a las realidades existentes y personales, no a las vividas en alguna época anterior, ni incluso a la que nuestros vecinos puedan estar viviendo en la actualidad. Las circunstancias pueden parecerse pero, sin duda responderán a realidades, planteamientos y obligaciones que poco o nada tengan que ver con las que había o con las que particularmente tiene cada unidad familiar.
En las comparaciones deben de procurarse parámetros homogéneos que ofrezcan información relevante, para que las observaciones reflejen algo empírico y no solo una evidencia banal.
¿Cuántos coches, o viviendas, había por unidad familiar en 1981? ¿Cuántos hay ahora? ¿Cuántos asalariados había y hay en la unidad familiar? ¿Cuántos bocatas o tapas de de jamón de pata negra se comían y se comen ahora? y en especial:

¿Cuántos perros se tenían  y se tienen ahora ?

  Para mi es importante hacer reflexionar y también motivar a observar, porqué creo que la ostentación que actualmente se viene haciendo de los perros, como animal ornamental y de compañía, tiene mucho que ver la con la evolución de los salarios reales, la evolucion del índice de precios al consumo (IPC) y las cestas que lo componen, lo que podemos hacer consultando los datos históricos del INE, porque será muy constructivo, para ver cómo hemos llegado a dedicar un apartado tan importante de nuestra economía familiar al sostenimiento de una especie de animal totalmente improductiva como es el perro ornamental  y que está llevando nuestro planeta a uno  nuevo :  




 PLANETA DE LOS CANES HOMINIZADOS, QUE TAMBIÉN  PODEMOS LLAMAR  PERROS DE ORNAMENTO.



Encontrar que dar valor a los detalles, que a veces creemos insignificantes, es lo que determina la idoneidad del todo finalmente observable y sentido. Aquello que nos dignifica como personas y nos hace grandes, es que: al tiempo que ayudamos a resolver, perdonamos los errores humanos.
En la sociedad actual prolifera un error de fondo y de forma, en el trato animal especialmente de los perros y también, en menor medida, con el resto de animales domésticos.
De fondo: porque se tratar de generar y mantener sentimientos y sensaciones propias de los humanos, como son: la comunicación verbal, el cariño, el sexo –en sus cada vez más variadas formas de bestialismo y zoofilia- en las formas de convivencia y  trato habitual animales como los perros. 
De forma: porque se ha llegado por numerosos sectores de la población a tratar al perro como un humano deforme de cuatro patas:
Se hacen películas absurdas sobre temas perrunos, se emiten programas -inconsistentes y sin fundamentos- de televisión para su cuidado y adiestramiento, se crean centros  para su tratamiento homínido en peluquerías, se lo viste, se lo lleva al veterinario incluso para tratar problemas supuestamente emocionales -cual paciente dotado de sentimientos y razón-, se establecen centros de tratamiento relaciones y esparcimiento desproporcionados y ridículos para estos animales y propios de los seres humanos.

                En política económica los gobiernos tienen que ver  necesario un ajuste fiscal y legal en la tenencia de animales domésticos.

Sacrificamos miles de pollos, cerdos, terneros y corderos, diariamente y no nos escandalizamos cuando degustamos su carne, o se la ofrecemos a los perros para que hagan lo mismo.
Llegamos a la situación absurda de que un ganadero paga más impuestos por criar un cerdo en su corral, que un ciudadano por tener un perro en su casa y en su barrio, cuando los costes sociales es evidente que son mucho más elevados en este último caso.
Sobre los perros, nos estamos acostumbrando y cada vez más, vemos con “naturalidad” como defecan en las calles, parques y jardines de nuestro pueblo o barrio; como se lamen el culo y sus órganos genitales entre ellos, delante de nuestros niños;  y lo que es peor, cómo sus dueños, generalmente maleducados, no se ruborizan dejándolos sueltos por aquellos jardines y parques dedicados a nuestros hijos, incluso -cuando se trata de razas peligrosas (a veces artificial y genéticamente producidas por el hombre para extrañas funciones)- generando una inseguridad y peligro ostensible para el ciudadano.

La salud pública y la zoonosis.

Mención especial merece que la relación del ser humano con animales, está llena de riesgos para la salud, ya que muchas especies silvestres, domésticas y de granja, se encuentran contaminadas con diversas bacterias, virus o parásitos capaces de causar enfermedades en las personas, conocidas por médicos, biólogos y veterinarios como zoonosis (del griego zoo , animal, y noxos , enfermedad).
Pero el empleo de los perros actualmente se ha convertido en un capricho que no ayuda par nad la economía familiar y menos la de la comunidad.  hasta el siglo XIX sólo se sabía que la rabia (dañina enfermedad que afecta al sistema nervioso) o la peste (generadora de problemas respiratorios y hemorragias en la piel) podían ser transmitidas por el contacto con perros y ratas, respectivamente.

Los estudios médicos veterinarios y epidemiológicos efectuados desde entonces han multiplicado la lista de enfermedades, y nuestros conocimientos son ahora más amplios y sabemos que incluso un animal saludable es capaz de transmitir una infección.
Curiosamente los mayores riesgos no provienen de especies salvajes, sino de las que viven en casa especialmente si no existe un control veterinario adecuado, y que en la mayoría de los casos la transmisión ocurre como resultado de la defensa natural del animal ante una lesión, intencional o accidentalmente. La zoonosis también es ocasionada porque la mascota como es natural puede enfermar, lo detectemos o no, y transmite microorganismos o parásitos a los seres humano

La lista que se tiene en la relación de enfermedades provocadas por animales domésticos supera la cifra de cien. Un cálculo estadístico reciente sugirió que su incidencia es tan alta que pueden costear tantos recursos en materia de salud pública, como las enfermedades de transmisión sexual.

Debemos indignarnos ya y reclamar a los políticos:

1.- Para que se equipare el trato animal, que perros, gatos, ratones, pollos, corderos,  cerdos, y demás animales domésticos; debe de ponerse fin a los privilegios de los propietarios de perro de ornamento.
2.- Para que los propietarios de los perros, paguen los costes sociales que generan y que trasladan al resto de los ciudadanos, en especial que tributen especialmente por los riesgos sobre la salud y seguridad pública que provocan.
3.- El perro, es el segundo animal, más contaminante de este planeta (después del hombre), es necesario que se reduzca la contaminación y el impacto canino sobre el medio ambiente y que se tribute con un impuesto especial de protección medioambiental por la tenencia y ostentación de dichos animal- con excepción de aquellos que cumplen una determinada función social: como perros guía, perros adiestrados, por la policía, bomberos,…etc.
4.- Establecer institucionalmente la necesidad de combatir la perrodependencia, como enfermedad de las sociedades opulentas que se propaga vertiginosamente. Reconocimiento oficial de la necesidad de trato psicológico a los dueños de perros enfermos “perrodependientes”, que tratan aquéllos como si fueran seres humanos y que es sintomático de esa actitud un problema doble: por el perro maltratado que merece un trato como perro que es y no como hombre; y por la desconsideración social hacia el resto de seres humanos, que se ven ridiculizados en su condición de tales, por las semejanzas que se establecen relativas a aquellos animales.

Reflexión moral:

Si se destinara el coste y los gastos, que en cuidado y manutención de perros, realiza la sociedad occidental; se podrían alimentar poblaciones enteras de seres humanos que están pasando hambre y/o sed en el mundo.

¡Dueños de perros! ¡Sean solidarios! ¡Sean educados! Y sean sobre todo cívicos.
  



jueves, 2 de diciembre de 2010

El Hombre sobre el resto de los seres.

El comportamiento humano de dominación parece determinante y se manifiesta en el hombre como un fenómeno particularmente único, entre los seres vivos conocidos. El hombre, ha tratado de  someter el medio, en lugar de adaptarse a él. El resto de las especies animales o vegetales, dominan sus hábitats ante los demás organismos del sistema, pero el dominio general de la Tierra por el hombre, altera el hábitat de todas las demás criaturas con vida, incluyendo el  propio  del ser humano.

         El hombre ha experimentado en su evolución, el deseo de forzar la adaptación de la natura­leza, en lugar de tratar de vivir en armonía con ella, y esa característica le diferencia ante el resto de los seres vivos.

         Para introducirnos en el concepto de "medioambiente", podemos partir del término "ambiente", como resultado de la existencia de un conjunto de objetos, fenómenos y circunstancias en el cual se desarrollan personas y seres vivos conjuntamen­te integrados. El ambiente puede reflejar situaciones más o menos equilibradas, para cada uno de los elementos que en su medio se encuentran. No debemos de confundir "ambiente" con "naturaleza". El primero sería,  el contexto, el continente, el ámbito; y la segunda sería el medio, el contenido, el cuerpo estructura­do que da la esencia al  estado de todas estas cosas que agrupadas forman el medioambiente. 
Árboles.


         La Tierra es en si mismo como planeta, un gran medio que engloba una diversidad de organismos, con características y manifestaciones propias, agrupados y relacionados entre si, en ambientes que permiten la existencia de múltiples ecosistemas, que pueden reflejar un mayor o menor grado de equilibrio medio-ambiental. La conjunción del lugar, espacio físico-químico, los elementos, organismos biológicos que en él se desarrollan, y las circunstancias e interrelaciones derivadas, reflejan en definitiva el medioambiente; objeto de estudio de varias ciencias naturales y sociales.
        
         Normalmente, las relaciones naturales existentes entre los diferentes elementos y partes que componen un ecosistema, no ponen en peligro la supervivencia de los mismos, lo que es representa­tivo de la existencia de un equilibrio medioambiental. Frente a esta situación, frecuentemente el desarrollo particular de determi­nadas conductas humanas, ha puesto en peligro en algunos casos y destruido en otros, varios de estos ecosistemas, de manera que para conseguir un supuesto beneficio en el bienestar del hombre y al mismo tiempo, éste ha visto como perjudicaba el desarrollo de otras especies de organismos.